Cerramos la 64ª edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida con excelentes resultados. Un 6,21% más de espectadores que el año pasado y 700.000€ de superávit.
Sergio Parra ha vivido el festival en su totalidad, entrevistando a todas las estrellas del festival para Lo más Cul. Hemos charlado con él para saber más sobre los estrenos y los secretos del festival.
Sergio, ¿qué valoración haces de la temporada?
A mi me ha gustado mucho lo que ha sido la organización dentro de la organización del festival. Una empresa privada, que gana por concurso público la gestión de un festival, y lo organizan tan bien tanto por fuera como por dentro. Cuando una cosa está bien hecha, obtiene sus resultados.
¿Cómo viven los espectadores esos primeros minutos antes de ver la obra?
Recuerdo la obra de Fedra, ese mismo día hacía un calor horroroso en Mérida. Eso es un hecho común entre el público, echar la vista atrás y ver toda esa oleada de abanicos y programas del festival agitándose a toda velocidad. Este año se apreciaba un mayor conocimiento de la obra. El público ya ha escuchado comentarios en prensa o en redes sociales. Por regla general, vienen al teatro con una idea de la obra que van a ver. Por último, el momento selfie. La foto con el teatro al fondo no puede faltar.
64 años en un festival que se celebra en un teatro con 2000 años de vida. ¿Cuál crees que es el secreto?
Me encanta el teatro, pero Mérida me enamora. Cuando se apagan las luces y empieza la función uno llega a emocionarse fácilmente. Ver cómo se iluminan esas piedras milenarias, las proyecciones en él… En muy contadas ocasiones, cuando se les iba el micro a los actores, la voz del actor seguía escuchándose. Esa acústica es única!!.
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¿Cómo es el festival desde el punto de vista del profesional que va a cubrirlos?
Una semana antes del estreno, recibimos una nota de prensa de la organización. Se presentan siempre los lunes a las 11:00. A la presentación acuden los actores, el director, alguna figura política y a Jesús Cimarro. Me gustaría destacar la labor de los actores y el equipo que se quedan después del acto y hablan con todos los medios.
Al día siguiente se realiza el ensayo gráfico ante la prensa y el ensayo general a puerta cerrada.
Ya el miércoles por la noche, después de la función hay otro encuentro con todos los medios. Se hace en el Peristilo y eso es una fiesta. Allí está el presidente de la Junta, los actores, directores y cuentan qué impresión han tenido después de la función.
Este año Jesús Cimarro ha hablado muy claro sobre su situación con el Festival de Mérida. ¿Qué te parecen sus propuestas?
Es un teatro de más de 2000 años, yo las veo necesarias.Ha puesto un horizonte muy razonable, ha dicho que para el centenario del festival todas esas propuestas tendrían que estar hechas. Cuando una persona lleva 7 años en un proyecto y pide algo con ese razonamiento y con ese plazo de tiempo, deberíamos escucharle.
Una de las exigencias es aumentar el número de gradas…
Este año he contado que el teatro cuenta con 3154 butacas en total. La parte superior del teatro necesita un arreglo muy potente. Cuantas más butacas, más negocio para el festival, pero también para Mérida. Toda la ciudad saca provecho del festival durante el verano.
Y después de haber disfrutado de todas las obras de esta 64ª edición , ¿cuál ha sido la mejor para ti?
Ufff, la que más me ha sorprendido ha sido Ben-Hur y por el texto, Filoctetes.
¿Mejor Actor del festival?
Pedro Casablanc en Filoctetes. Aunque Críspulo Cabeza en Fedra y Ángel Ruiz en La comedia del Fantasma estuvieron también genial.
¿Mejor Actriz?
Elena Lombao. Me sorprendió y supo jugar con el público como nadie. Mencionar también la gran actuación de Tina Sainz en Fedra.
¿Mejor puesta en escena?
Dos. Ben-Hur usaba una pantalla enorme donde se interactuaba de forma bestial. Filoctetes usó las piedras del teatro increíblemente bien, mostraba en ellas el pensamiento y sentimiento de los personajes
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