Entre otros premios Johnny García fue galardonado como mejor fotógrafo de bodas en el 2016. Natural de Hervás, Johny comenzó su andadura como fotógrafo profesional en el 2000. Desde entonces, no ha parado de trabajar tanto en publicidad como en reportajes de bodas a nivel nacional e internacional.
Johnny, muchas gracias por atendernos. ¿Un fotógrafo nace o se hace?
Pues nadie nace sabiendo realizar prácticamente nada, todo lo debemos aprender, así que creo que un fotógrafo se va haciendo poco a poco. Si es verdad que hay gente que tiene más talento y otros que tienen menos, pero al ojo hay que ir educandole poco a poco, todos vamos aprendiendo con el tiempo, y seguiremos aprendiendo, nunca nos podemos creer que lo sabemos todo, ese día estaremos acabados.
¿Qué le diría a aquellos que dicen que todos los reportajes de boda son iguales?
Que la fotografía de bodas ha cambiado mucho en los últimos años. Es verdad que años atrás era completamente cierto, cambiaban los novios pero los álbumes del mismo fotógrafo eran practicamente un clon unos de otros, mismos lugares, mismas poses… Afortunadamente esto ha cambiado a mejor. Se realiza una fotografía mucho más documental, donde el fotógrafo apenas intervine en el día de la boda, y mucho más artística y natural en las fotografías de pareja. Cada pareja es distinta, por lo tanto, cada reportaje es diferente.
Si comparamos la seriedad de la foto de boda de nuestros abuelos, con una actual ¿cómo han evolucionado los reportajes de bodas con los años?
La fotografía de boda de nuestros abuelos prácticamente se reducía a una fotografía de estudio, nada más que eso, muy pocos tienen un reportaje como tal. Ahora estamos con nuestras parejas desde primera hora, antes de que empiezan a vestirse hasta su baile y fiesta, con lo que tienen un recuerdo en fotografía de todo su día, de todo lo que sucede.
Nervios, multitud de invitados… ¿qué ha sido lo más gracioso que le ha pasado trabajando en un reportaje de boda?
Cada boda tiene su anecdota, no te prodría decir una en concreto, pero en casi diecisiete años que llevo… Como puedes imaginar he visto casi de todo, desde cosas divertidas ha otras no tanto. Desde retrasos por parte del novio en vez de la novia, a retrasos del sacerdote por problemas mecánicos en su vehículo, olvidos de traje de la madrina o padrino en origen (cuando la boda es fuera de sus domicilios), finales de copa de Europa que acaban con la paciencia de algunos novios, invitados que acaban haciendo un “full monty”, etc.
Cada pareja es distinta, por lo tanto, cada reportaje es diferente.
¿Qué pequeños detalles le pueden arruinar una foto perfecta?
Una foto perfecta es muy difícil de conseguir, depende de muchos factores, luz, composición, momento… tan solo que falte uno de estos componentes ya no es una fotografía perfecta.
A la hora de ver el resultado final, prefiere el blanco y negro o color?
Pues soy un apasionado del blanco y negro, pero cada fotografía pide su acabado final.
El 2016 fue su año, obteniendo múltiples premios y nominaciones como mejor fotógrafo del año. ¿Siente ahora más presión sabiendo que hay muchos ojos pendientes de su trabajo?
Presion por los reconocimientos no, la presión viene de mi mismo, soy muy exigente conmigo mismo, a veces demasiado, y de ahí es de donde recibo mucha más presión.
En Extremadura contamos con dehesas, castillos, naturaleza, ¿en qué marco le gustaría trabajar que aún no lo haya hecho?
Ufff en muchos lugares. Extremadura es maravillosa en cada uno de sus rincones, afortudamente tenemos una región con multitud de lugares con encanto en los que nos encantaría trabajar.
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