La torrija aparece ya documentada en el siglo XV, como plato indicado para la recuperación de parturientas.
En Extremadura este dulce está asociado a la Cuaresma, tal vez por la necesidad de aprovechamiento de pan, que, durante el tiempo en que no se podía comer carne, no se consumia con tanta frecuencia.
En la receta original, las torrijas no se empapaban con leche sino con vino tinto dulce (no era muy recomendable para los más pequeños). El resto de la elaboración no ha cambiado.
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Ingredientes:
- 1 barra de pan del día anterior (cortada en rebanadas muy finas (1cm))
- 1 litro de leche
- 1 rama de canela
- 1 corteza de limón
- 6 cucharadas de azúcar
- 2 huevos
- Aceite de oliva
- Miel
Preparación:
Se pone a hervir la leche con la canela y la corteza de limón durante unos 5 ó 10 minutos.A continuación le añadimos el azúcar y se remueve hasta que quede bien disuelta.
A continuación las rebanadas de pan se cubren con la leche hasta que se empapen bien (puedes dejarlas en remojo unas dos horas).
Una vez empapadas, se rebozan con huevo y se fríen en aceite bien caliente. Hay que tener cuidado al darles la vuelta que no se desmoronen. Cuando están ya doradas, se sacan de la sartén y se colocan en una fuente. Minutos después, las espolvoreamos con canela en polvo, azúcar y miel rebajada con agua.
Consejos:
– El pan es mejor que sea de miga consistente, por eso el mejor tipo para preparar las torrijas es el pan de pueblo.
Asi las hago yo y buenisimas