«He recorrido casi toda América haciendo autoestop»

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Nombre: Ángel Redondo

Lugar de nacimiento: Rosalejo

Trabajo: Cooperante Internacional

Usted no le teme a nada, ha estado viviendo en Bolivia, Lisboa, Nueva Zelanda, USA, Canadá ¿Qué diferencias ha encontrado entre viajar en un país desarrollado a otro más rural?

Cuando uno empieza a viajar, comienza a conocer los lugares por uno mismo y se da cuenta de que no es verdad todo lo que vemos en los medios. Hay muchas diferencias entre vivir en un lugar como Toronto (Canadá) a vivir en una zona rural como en Bolivia.  A mí me gusta escuchar a la gente, por eso me quedo con lo rural, aunque eso suponga perderme la visita a la catedral o el mejor museo de la ciudad. La gente enriquece los lugares.

¿Cómo recuerda aquel momento de hacer las maletas y dejar Extremadura?

Desde pequeño siempre me he movido, por estudios me marché a Salamanca. Fue en el 2008 que decidí tomarme un año de excedencia en mi puesto de trabajo, para aprender inglés y viajar. Lo que suponían 12 meses terminaron siendo varios años de viaje y aventuras varias. Por supuesto siempre regreso, tengo mi casa, mi familia y mis amigos que me han aguantado cuando estaba perdido por alguna selva y no sabían nada de mí.

 Tengo entendido que recorrió Vietnam en moto, la isla del sur de Nueva Zelanda en bici y el Amazonas en barcaza ¿Cuál ha sido la experiencia más divertida en estas aventuras? ¿Y la más negativa?

Todas tienen cosas geniales. La experiencia de Vietnam, fue inesperada, me encontré con un gran amigo paseando por Ho Chi Ming City (fue el destino), entre abrazos y cervezas, decidimos comprar dos viejas motos. Recuerdo las palabras de mi madre, pensando que me arruinaría por comprar una moto, cuando habíamos pagado solo 120 euros. Hicimos más de 6.000 km, nos reímos mucho, dormimos en ríos, plantaciones de té y cementerios budistas. Tuvimos que pelear y negociar mucho para arreglar las averías en las motos. Lo más divertido fue perdernos en la zona norte de Vietnam, al norte de Sapa, donde nos multaron por cruzar  ilegalmente a China, sin permisos y con motos de otro país…

Lo de la bicicleta en New Zealand fue una locura. Cruzar la isla del sur, con una bici de 25 euros que no cambiaba y sin llevar suficiente comida en un país habitado en su mayoría por vacas. Y por último viajar por el amazonas, es de esas grandes cosas que recordaré siempre, durmiendo en una hamaca y comiendo comida de “batalla” de un cocinero muy amoroso, siendo el único extranjero en un barco de 250 personas.

Ángel en la frontera China
Ángel en la frontera China

¿Qué le mueve a la hora de planear una nueva aventura?

Casi todos los viajes tienen algo diferente para mí, lo que más me gusta es viajar en auto stop.  He recorrido casi toda América de este modo, conoces gente maravillosa, generosa y divertida. Te ofrecen su casa, su compañía y sus historias. Por eso siempre intento que cada viaje tenga algo nuevo. En mente tengo hacer un viaje medio – largo en bicicleta ( inspirado por mi amigo Sergi Ibri de México que recorrió toda centro América de este modo).

Lleva cuatro meses viviendo en Palestina ¿Cómo han sido sus primeras semanas?

Lo cierto es que tenía poca información de primera mano del lugar, sin influenciarme por la tv algo que intento no hacer. Y lo cierto es que la ciudad, Ramallah, no tiene mucho encanto, pero lo compensa con la amabilidad de la gente y que siempre están dispuesto a reírse y aguantar una broma. Eso si se trata de un destino realmente caro, no muy recomendable para mochilear. Yo estoy con un programa de jóvenes cooperantes de la Junta de Extremadura, que nos da la oportunidad de trabajar en terreno durante varios meses.

¿Qué le ha dado tiempo a conocer?

Pues bastante. Jerusalén es sin duda la ciudad que más me ha entusiasmado, la ciudad vieja es fantástica, el muro de las lamentaciones, hay historia por todos lados. Y en Israel me ha fascinado Acre una ciudad sin grandes pretensiones, pero con vistas al mar.

Palestina es la Tierra Santa de culturas tan diferentes como los cristianos, judíos y musulmanes. ¿Hasta qué punto se perciben en el día a día esos conflictos religiosos?

Ramallah es ciudad árabe y musulmana, por lo que el ambiente es bullicioso y divertido. Justo ahora termina el mes sagrado de Ramadán y la ciudad gana en vida y en gente por las calles. Israel y sus ciudades judías, son más calmadas, los días sagrados todo cierra, es otro tipo de cultura. En el día a día la situación política que viven Palestina e Israel, afecta sobre todo a la hora de viajar o de desplazarse, con mucho control militar y revisión de pasaportes. Lo que es cierto es que a nivel histórico es una gran oportunidad visitar lugares como Belén, Nazaret o Jericó con el monte de las tentaciones y de la que dicen es la ciudad más antigua del mundo.

¿Qué planes tiene  en Palestina?

Aprender mucho sobre el conflicto, sobre los proyectos de cooperación en los que participo y sobre la cultura árabe, son mis planes centrales. Aprovechar la oportunidad que nos ofrecen desde la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional y desarrollo y poner en práctica parte de los conocimientos aprendidos durante mi máster. Además espero recibir visita y me apetece compartir lo que he conocido durante estos meses.

Y para terminar, dónde y cuándo será su próximo viaje?

No está decidido, de momento de regreso a casa. Soy de los que piensan que los planes también han de ir surgiendo, pero solo digo que me apasionaría volver para Asia y que unos grandes amigos se mudan al “profundo” Estados Unidos por trabajo  y espero poder visitarles.

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