La gastronomía en Extremadura está despegando. Ya no nos limitamos a recorrer ciudades y ver los monumentos, ahora también queremos saber qué se come y probar la gastronomía típica de cada zona. En Extremadura tenemos un denominador común: la calidad de nuestras materias primas. Más de 12 denominaciones que forman y enriquecen la gastronomía en Extremadura.
Origen de la Gastronomía en Extremadura
De origen humilde, nuestros platos siempre se han caracterizado por su sencillez. Comida para pastores, campesinos, ganaderos que sacaban todo el provecho a las matanzas y a los escasos recursos de la zona. Desde las migas de pastor, a la chanfaina típica del sur de Badajoz, pasando por los matahambres que saciaban el apetito del pueblo hurdanos con los alimentos que encontraban a su alrededor. Destacar también los embutidos, una forma de prolongar la vida de la carne por medio de la salazón, como los jamones ibéricos, el chorizo o la autóctona patatera.
Pero no sólo de carne vive el extremeño, la pesca de agua dulce nos ofrece delicias como las truchas y tencas muy famosas en lugares como el Valle del Jerte, La vera o Sierra de Gata. Otros pescados como el bacalao, son típicos en nuestra gastronomía por la cercanía con Portugal
Las criadillas de tierra son un manjar que nos regala la tierra entre los meses de febrero a mayo. Un hongo al que se le conoce como la trufa extremeña que se encuentra en zonas como la sierra de San Pedro. Su sabor exquisito, se emplea en revueltos o como acompañante a cualquier plato. Y hablando de acompañar, nada mejor que los quesos. Déjense conquistar por cualquier plato elaborado con torta del casar, queso de los Ibores o los recientemente galardonados quesos de Acehúche. Un toque estrella para carnes, tapas o para disfrutarlos solos junto a un buen vino.
La materia prima, clave en la Gastronomía en Extremadura
Es de justicia reconocer también la calidad de las verduras extremeñas. Las mejores materias primas para elaborar primeros platos de calidad, con el sabor único de nuestros tomates y pimientos. Así platos como las sopas tomate al estilo de Guadalupe o los zorongollos (elaborados con pimientos rojos) nunca han faltado en nuestra mesa. Animamos a que empiecen sus comidas con platos llenos del sabor autóctono como las ensaladas hurdanas, las sopas de Antruejo (con hueso de jamón y chorizo) o las sopas de patata (típico de las zonas colindantes con Portugal).
Para acabar con un buen sabor de boca, aconsejamos el técula médula para los muy golosos, los repápaalos de miel y canela para los valientes y el helado de higos o cereza del Jerte con chocolate.
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