Ayer nos levantamos todos los extremeños con un sorprendente titular, la localidad de Albalá había presentado su candidatura para albergar un cementerio nuclear. Sin ninguna duda está noticia cuasó un gran revuelo en toda nuestra sociedad, pero ¿ sabemos qué es realmente un cementerio nuclear? ¿Estamos familirizados los extremeños con términos como «residuos radiactivos»?
Consideramos residuo radiactivo a cualquier material que contiene radionucleidos en concentraciones superiores a las establecidas por las autoridades competentes y para el cual no está previsto ningún uso.
España requiere actualmente instalaciones para el almacenamiento de estos residuos, es decir, cementerios nucleares. Estos cementerios nucleares (AGP: Almacenamiento Geológico Profundo) no son otra cosa que un enorme agujero con cámaras subterráneas donde se introducirían los residuos previamente embidonados, sellándose con distintos componentes.
Los requisitos que se barajan para la ubicación del cementerio nuclear son:
* La zona no ha de tener demasiada población.
* Su economía no debe ser muy rica, ya que si lo fuera, sería mucho más difícil convencer a los ciudadanos con la cuantía de las subvenciones que contemplan las leyes para este tipo de construcciones.
* El área no deberá tener interés ecológico ni turístico.
* La capacidad asociativa de los ciudadanos que allí residan no tiene que ser demasiado importante, es decir, no deben estar organizados en asociaciones de vecinos o ecologistas de consideración, ya que en ese caso, la respuesta popular contra la construcción de los almacenes podría ser mucho más fuerte.
Pros y contras de los cementerios nucleares:
Éstos cementerios nucleares no están exento de riesgos. Se conocen varios casos que han pasado en el mundo en los últimos años:
El primero es el terremoto que se produjo en julio de 2007 en Japón y que generó un escape de agua radiactiva. Japón probablemente es el país que más seguridad del mundo tenga en este aspecto, sin embargo, se produjo dicho escape. Otro ejemplo es la mina de Asse en Alemania, donde se estaban guardando los residuos de este país. A pesar de la alta cualificación técnica y científica del personal alemán herraron clamorosamente al poner los residuos en un lugar que ahora tiene peligro de derrumbarse.
Sin embargo, el cementerio nuclear puede tener también su lado positivo. Para la localidad que lo posea, presenta un gran aliciente laboral y económico. De este modo, lo único bueno es la generosa lluvia de millones que podria caer para la ciudad elegida, pero, ¿cuánto vale nuestra salud?