Qué vino beber en Extremadura

Acercarse al vino constituye un ejercicio cultural que transciende al simple hecho de beberlo. La fascinación del vino se debe en parte a la similitud con nuestra propia vida : nace, vive, envejece y muere en un circuito unido a la tierra y a las verdades del hombre. Hay tantos vinos como personas y su carácter viene marcado por su lugar de origen, por su historia, por la cultura de su entorno y por la tierra. El vino encierra valores gustativos, aportes energéticos, placeres y peligro. Todo depende de cómo nos acerquemos a él. Es, por lo tanto, un ser vivo que con trato mesurado y cuidadoso es una fuente de satisfacciones y cuyo conocimiento nos ayudará a comprender mejor nuestra propia historia.

Historia del vino extremeño

El vino en Extremadura, que es al cual nos vamos a referir, fue introducido por fenicios y griegos, por tanto tiene una historia milenaria.

En la Edad Media, la presencia de las Ordenes Religiosas y Militares contribuyó a mantener la cultura del vino. La presencia extremeña en la colonización de América favoreció la expansión de la cultura del vino en el nuevo continente.

El viñedo extremeño sobrevivirá con más pena que gloria hasta mediados del siglo XIX, cuando se crea una Estación de Viticultura y Enología.

Más tarde, en un intento de recobrar la tipicidad de los vinos extremeños, se creó en 1990 la Comisión Interprofesional de Vino de la Tierra de Extremadura. Y, finalmente, en 1997 nació la Denominación de Origen Ribera del Guadiana, ratificada ministerialmente en 1999.

Vino D.O Ribera del Guadiana

La Denominación de Origen se compone de seis comarcas vitícolas extremeñas con una extensión de 6.754 hectáreas de viña. La comarca está regada por la río Guadiana y su red de afluentes. Las seis comarcas son las siguientes : Tierra de Barros, Montánchez, Ribera Alta, Ribera Baja, Matanegra y Cañamero.

En general, el clima es continental, moderado por la influencia atlántica.

En el valle del Guadiana, dominan los suelos arcillosos. Por eso la más famosa de las comarcas vinícolas se llama Tierra de Barros; estas tierras son muy aptas para el cultivo de la viña.

Fundamentalmente se cultivan variedades locales. Entre las blancas, hay que citar alarije, borba, cayetana blanca, pardina, macabeo, chelva, matría, malvar, parellada, pedro ximénez y verdejo. Se ha aclimatado también la variedad internacional chardonnay. En los vinos blancos se encuentran sobre todo las variedades cayetana y pardina, seguida de la uva macabeo cuya expansión va en aumento.

Como tintas, se cultivan las variedades tradicionales garnacha tinto, tempranillo (llamada localmente cencibel), bobal, graciano, mazuelo y monastrell, aunque también se han aclimatado la cabernet sauvignon, la merlot y la syrah.

Se elaboran vinos blancos, rosados, tintos y cavas.

La comercialización de la D.O. se estima en 1.20 millones de litros, de los cuales se exporta el 13.5%, y se inició con veintiocho bodegas embotelladoras. Posiblemente el número haya aumentado en la actualidad. Algunas son : Ruiz Torres, Cañamero (Cáceres), Los Granados, Herguijuela (Cáceres), Castelar, Hornachos (Badajoz), San Marcos, Cooperativa Almendralejo (Badajoz), Martínez Payva, Almendralejo (Badajoz), Antonio Medina e hijos, Zafra (Badajoz), INVIOSA, Almendralejo (Badajoz), Virgen de la Estrella Cooperativa, Los Santos de Maimona (Badajoz), CAVES San José, Villafranca de los Barros (Badajoz), Cooperativa Montevirgen, Villalba de los Barros (Badajoz), Paradells, Lobón (Badajoz), Antonio Ortiz, Almendralejo (Badajoz), Marcelino Díaz S.A, Almendralejo (Badajoz), Hermanas Matamoros de la Puebla de Sancho Pérez (Badajoz), Ventura de Vega S.L., Almendralejo (Badajoz). Hijos de Francisco Escaso, Fuente del Maestre (Badajoz). Algunos vinos conocidos serían Vallarcal, Romale, Castelar, Attalea, Taryala, Torre Julia, Lar de Lares, Lar de Barros, Payva, Jaloco, Campobarro o Xentia

Existen otras bodegas no sujetas a la Denominación de Origen con vinos estimables, quizas la más famosa sea Habla del Trujillo (Cáceres), aunque el precio de sus vinos sea un poco excesivo.

En la provincia de Cáceres también se hacen ‘vinos de pitarra’, son vinos artesanales que se elaboran de forma primaria y casi espontánea, guardando el mosto en una vasija de barro (pitarra) que se cierra herméticamente y que se abre al cabo de unas cuantas semanas.

Texto: Faustino Costumero

 

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